Yo amo a alguien con TDAH
- Ana López
- 17 feb 2017
- 2 Min. de lectura
¿Porqué se comporta mi hijo así?
Eduardo tiene 5 años, es un niño muy alegre, travieso y juguetón.

De forma inesperada reciben una llamada de la tutora del colegio. La profesora dice que tiene que repetirle las órdenes muchas veces, porque parece que no escucha, que no se está quieto, que es muy activo.
En verdad, los padres ya habían observado que en las comidas, se mueve en la silla, se levanta o juega con los cubiertos, le cuesta obedecer las ordenes, se distrae con una mosca...
Tiene muchas dificultades con los demás para escuchar a los demás y esperar a que acaben lo que están diciendo; interrumpe, dice lo primero que se le viene a la mente, cambia de tema cuando no le interesa. Acostumbra a ir a los sitios corriendo, como si fueran sus piernas a pilas y su energía nunca se agotara. Cansa a todos y él no se cansa. Pero habían pensado que era despistado y muy enérgico ya que con 5 años....
Los profesores dicen que es un niño muy movido, que no puede permanecer sentado durante toda la clase, que hace continuos viajes a la papelera para sacar punta al lápiz, habla con sus compañeros cuando no debe interrumpiendo toda la dinámica de aula. Suele ser descuidado con su material escolar, trae el cuaderno con las hojas rotas, dobladas, pierde las cosas, las tareas sin acabar...
En realidad, estos indicios son síntomas del denominado TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCION CON O SIN HIPERACTIVIDAD. (TDAH).

El mejor medicamento para estos niños, es la paciencia y la constancia para trabajar estrategias y pautas que ayudan a mejorar la calidad de sus vidas.
(No soy partidaría del "metalfenidato", salvo casos extremos de agresividad bajo prescripción médica).
El TDAH es un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por tres síntomas clave: déficit de atención, la hiperactividad y la impulsividad (tanto cognitiva como conductual).
Es un trastorno del sistema ejecutivo del cerebro que provoca problemas en la conducta del niño/a, disminuyendo su atención, distrayendose con todo y nada, también pueden tener problemas en la autorregulación del afecto, la autoestima y la motivación.
El TDAH tiene un fuerte componente genético (hasta el 80% de los casos, presenta un familiar con las mismas características). Aunque tenga un origen orgánico, el entorno familiar hace mucho en la mejora de las dificultades que van surgiendo en la evolución de la persona.

Comments