Ponte en el lugar de los demás
- Ana López
- 13 feb 2017
- 2 Min. de lectura
Gracias a la empatía, observamos cuando alguien no se encuentra bien; y antepones las necesidades suyas a las propias para poder ayudar.
¿Cómo sabemos si somos empáticos? Uno puede pensar para sí mismo:
- "Yo si soy empático" - .

La empatía es una emoción que tiene que crecer desde la infancia hasta la edad adulta.
¿Nos cuesta ponernos en el lugar de los demás? Antes de actuar siempre hay que preguntarnos si nos gustaría que nos tratasen así. De esta manera, gestionaremos mejor nuestras propias emociones y conductas.
La empatía es un proceso. Hoy en día, la sociedad carece de valores como la empatía. No hay que olvidar la importacia que tiene la eduacion emocional para todas las personas. Criar a un hijo/a de forma sana y basando la educacion en el respeto y otros valores, no puede entenderse sin empatía. Se puede ser empático y marcar de forma adecuada los límites. Por ejemplo, si vemos que un niño está jugando en una carretera en la que pasan coches, el límite está claro: no se juega en la carretera. Ese límite, lo puede poner una persona empática y uno que no lo es.
Las personas empáticas ponen limites sociales, limites en la convivencia familiar, sin dejar de ser empáticas por ello. La cuestión está en el modo de poner normas. Una persona que no es empática, dificilmente puede marcar los límites sobre el bienestar emocional del niño. Ser empático significa que te pones en el lugar de la otra persona, que sabes escuchar, prestar atención, comunicarte, dialogar, pedir disculpas y reconocer errores, saber hablar respetuosamente sin dañar ni ofender.
¿Te has parado a pensar, como sería el mundo sin la empatía entre nosotros?
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